''Aquí empieza su historieta,
cuestión de decidir
si vivir o morir,
cuestión de saber
qué camino escoger,
hora de tomar la decisión,
olvidar o aprender la lección,
retar al indecible en su juego,
caer presa de las trampas de su ego,
objetar impotentemente,
observar el paso del tiempo intermitentemente,
alargar tu estancia en su presente,
construir un muro en tu mente,
reír alocadamente,
morir lentamente....
Ahora sucede el ocaso de los dioses,
contemplad su moradas tan sorprendentes,
mirad y dilucidad
si algo os llama la atención en esta vecindad,
guiaros por el olor a podredumbre
y podréis aclarar vuestra incertidumbre,
holgazanead y seréis malditos,
quedaros quietos y quedaréis marchitos,
contemplad......
la siniestra intranquilidad
que invade este lugar,
una cabaña, un prado tan vulgar,
un caballo de sombras chimescas
punzantes y dantescas,
un arco de agua sin tierra,
un suelo que no errar,
una lluvia ácida rompe contra el suelo,
abre agujeros y te corroe el pelo,
esta es su morada
malhadada;
su especie está extinguida,
su imagen es perseguida,
su presencia es evitada,
su mirada es ardiente y congelada,
su poder es inmenso,
su estilo es intenso,
su, todo su...todo él,
todo como aquél
al que eligió,
al que designó y escogió,
lo imperfecto de su ser,
lo inútil de su parecer,
lo inacabado al nacer,
lo inesperado al vencer,
es él el que vence y domina,
es el que nace y germina:
¡es Zeta!''
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