Siempre lo he sabido,
aunque nunca lo haya admitido,
te he querido
como nunca, por ello acabé herido,
no fui capaz de encontrarme, acabé perdido,
rogué a Dios misericordia,
solo obtuve discordia
entre la duda y el rechazo,
el optar a tu abrazo
o marcharme de tu regazo.
No suelo decir sí,
sobre todo si me incumbe a mí,
suelo huir ante estas situaciones,
no me gustan los marrones,
aunque tengo cojones......
Metidos en cajones.
Me acostumbré a lo negativo,
dejé de pensar para siempre en lo positivo,
huí,
me fui,
me transformé en algo distinto,
algo que solo obedecía al instinto,
dices que no a mi oferta,
tranquila, no volveré a tenderte mi alma abierta,
volveré a mi agujero,
rebuscaré en mi cerebro mísero,
quizás me cuelgue,
quizás me mate,
eso dicta mi corazón,
pero mi cerebro atiende a razón,
coge a mi corazón y lo destruye
para que mi mente tenga fuelle,
para no caer,
para no volver,
para regresar
a mi antiguo yo, volar
sobre las montañas,
pescar en el río con gruesas cañas,
pisar múltiples hojas y deshojarlas,
correr por la calle y las piedras patearlas,
ser consciente de el universo,
ver, que hay distintas a ti en cada verso,
creer o no en la ficción
de que existen más y mejores,
tener intuición,
ver que también las hay peores,
como tú, incluso más,
por eso te deseo lo peor,
no verte nunca jamás,
sentirme mejor
al no hablar de ti
por aquí,
arrepentirme de haberte conocido,
sentirme estúpido
por cada segundo perdido
en pensar en ti y en mí,
juntos en un futuro rosa,
en un lugar de muchas cosas,
esperanza, cariño, luz, amor,
sin guerras, sin maldad, sin odio....
Algo ficticio, quizás mejor,
sin malos episodios,
lograríamos la felicidad,
pero......trastocaste mi fantasía
con tu rechazo y amistad,
¿Crees que me complace esa oferta?
Piensa cada día,
tengo la mente alerta,
esta despierta,
reflexiona y cree que hubiera sido bonito
no haberte conocido
nunca,
para nunca haber sufrido de esta manera
tan poco altanera,
resumiendo mi postura,
ya no creo en esta locura,
no creo en nada,
soy siervo del aislamiento,
deliro en cada parrafada,
siempre miento,
siempre disimulo este sufrimiento,
hasta que un día explote,
vaya a por ti y te coja del cogote
y te cuelgue de una soga en el árbol,
probablemente moriría antes que tú,
bárbol,
lloraría su muerte,
la tuya sería indiferente,
solo te llorarán aquellos a los que también cautivaste
y conquistaste,
solo reirán cuando vean como acabaste,
solo nosotros seremos felices
de librarnos de esta carga tan pesada
que eres para nosotros,
dices
que es mentira, que pillada,
es un jeroglífico estúpido,
un galimatías sin sentido,
como este poeta que está cansado,
cansado de todo,
condenado a hundirse en el lodo,
atrapado en tu sonrisa de verano,
consciente de lo que ocurrirá si te habla,
sabedor de lo que pasará si te encuentra,
siempre entra
a romper la tabla
y liberar tensión,
no cobra por sesión,
solo por obsesión,
vuelve a nacer,
quizás al crecer
seas distinta
y tengas otra pinta,
la razón es no volverte a ver
nunca más en esta ciudad,
no encontrarte en ninguna hermandad,
y nunca volver a creer,
preguntas porqué hago y digo esto,
responderé,
seré víctima de ego y caeré presa de un terrible infesto,
moriré poco a poco
y.....
acabaré siendo lo mismo de siempre: un loco.
PD: ¿Por qué me dijiste que no?
PD2: ¿Por qué te amé?
PD3: Ojalá nunca leas esto.
PD4: Serás consciente de lo que haces y...te pudrirás en tu habitación, sola, en la más absoluta oscuridad.
PD5: Será lo mejor para todos, incluido ÉL.
PD6: Mira lo que has desencadenado, solo por tu culpa, tu gran culpa.
